Llega el éltimo puerto de montaña, el mes de diciembre, un mes plagado de trabajo y más trabajo. Veo como el tiempo se me escapa entre los dedos como arena sin poder evitarlo. No es mi estilo ponerme nervioso, por ello sólo queda encomendarse a horas de encierro y mucho tedio.
Este va a ser mi ultimo primer cuatrimestre de historia, en consecuencia mi ultimo primer cuatrimestre en Salamanca, y no es por ponerme melancolico pero este es el inicio del fin de mi etapa en tierras castellanas. Al acercarse el fin se hace inevitable mirar atras, hacer una recopilación de todos lo buenos momento vividos, las personas conocidas... ¿Cómo afrontare el fin de esta etapa de mi vida? ¿Mantendre contacto con mis amigos en Salamanca?, un montón de cuestiones, de dudas, de miedos, y demás pensamientos.
<<La gloria o el mérito de algunos hombres es escribir bien; la de otros no escribir nada.>> Jean de la Bruyere, escritor francés.
sábado, 20 de noviembre de 2010
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Del tiempo y sus mudanzas
Tras varios meses sin escribir nada en mi blog hoy he decidido escribir de nuevo. Es una reflexión sobre mí, sobre lo que me rodea... y sobre todo del tiempo, ese gran maestro.
Tres horas son necesarias para comunicarme que el ritmo de mi vida disminuirá, que es el tiempo que pase en el hospital antes de que me dijeran que tenía el tobillo roto.Como sólo tres horas pueden cambiar todos mis planes durante un mes entero. Pero si se reflexiona la cosa se vuelve más intrincada, surgen más interrogantes, más dudas, sobre lo que hice y lo que no hice, sobre cómo actue... Sólo interrogantes, y más interrogantes. Es difícil sacar alguna conlcusión de todo. Yo obligado a bajar mi ritmo he visto como el resto de lo que me rodea sigue su curso sin tenerme en cuenta para nada. Es complicado ver como todo te sobrepasa, que quieres, pero no puedes... en fin. Leyendo esto parece que estoy fatal, que he perdido mis dos piernas o algo peor, pero es que me siento muy poco útil.
Tres horas son necesarias para comunicarme que el ritmo de mi vida disminuirá, que es el tiempo que pase en el hospital antes de que me dijeran que tenía el tobillo roto.Como sólo tres horas pueden cambiar todos mis planes durante un mes entero. Pero si se reflexiona la cosa se vuelve más intrincada, surgen más interrogantes, más dudas, sobre lo que hice y lo que no hice, sobre cómo actue... Sólo interrogantes, y más interrogantes. Es difícil sacar alguna conlcusión de todo. Yo obligado a bajar mi ritmo he visto como el resto de lo que me rodea sigue su curso sin tenerme en cuenta para nada. Es complicado ver como todo te sobrepasa, que quieres, pero no puedes... en fin. Leyendo esto parece que estoy fatal, que he perdido mis dos piernas o algo peor, pero es que me siento muy poco útil.
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