He sobrevivido, o no?

Joder, como odio la obligación de escribir para actualizar esta mierda. Pero bueno, mientras escribo esto estoy pensando de que voy a hablar. Pero no ha sido suficiente tiempo y he escrito más, y más. Y al final como una musa de alquiler, ¡si de alquiler!, la gente que no tiene chispa tiene que pagar para obtener el favor de una musa. Y me embarco en un relación sin saber que debere al acabar, pero será más bien poco ya que al ver las primeras líneas no son excesivamente buenas. Que me desvio y se me va a ir de la cabeza.

Voy a hablaros de mi periodo de exámenes, si esos días en el año en los que entras en que tu cuerpo entra en fase de hibernación, ya que te aprovisionas de manjares al uso (pizzas, macarrones, arroz..., es decir productos "sanos" y no precederos) y te encierras en tu cubil. Esta hibernación tiene como objetivo acabar el periodo propiamente dicho y emborracharse para celebrar tu letargo, si como si fueras un vampiro que lleva dormido desde la caída del Imperio Romano y reune un harén de vírgenes y celebra su vuelta con una megaorgía sangrienta. Pero bueno, la sangre la cambiamos por kalimotxo o por wisky cola, y el harén de vírgenes por los colegas, que para el caso da igual. La cuestión es beber, mucho y sin miedo a la muerte, ¡ no te preocupes la pálida dama también acaba de terminar los exámenes!.

Me despido hasta que reuna el dinero suficiente para pagar a la musa que se me acerque y me guie los dedos por el teclado del ordenador (en este caso el de Quique) y me deje en la boca un sabor agridulce, al saber que si fuera mía me ahorraría algo de dinero y algún que otro disgusto...